Salen treinta lanzas con el socorro del bizcocho en pos del gobernador
Los indios, aunque vieron fuera del agua los dos españoles, no dejaron de seguirlos por tierra tirándoles muchas flechas con gran coraje que cobraron de que hubiesen caminado tantas leguas sin que los suyos los sintiesen.
Mas luego que vieron a Nuño Tovar y a los demás caballeros que venían al socorro, los dejaron y se volvieron al monte y a la ciénaga por no ser ofendidos de los caballos, que no se sufría burlar con ellos en campo raso.
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