Lo que sucedió al teniente general yendo a prender a un curaca
Un día de los que el gobernador estuvo en el pueblo de Hirrihigua, tuvo aviso y nueva cierta cómo el cacique estaba retirado en un monte no lejos del ejército.
El teniente general Vasco Porcallo de Figueroa, como hombre tan belicoso y ganoso de honra, quiso ir por él, por gozar de la gloria de haberlo traído por bien o por mal, y no aprovechó que el gobernador quisiese estorbarle el viaje diciéndole que enviase otro capitán, sino que quiso ir él mismo.
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