De las fiestas que al gobernador hicieron en Santiago de Cuba
De este caso tan notable y extraño quedó la ciudad de Santiago muy escandalizada y temerosa, y, como sucedió tan pocos días antes que el gobernador llegase al puerto, temió que era el corsario pasado que, habiendo juntado otros consigo, volvía a saquear y quemar la ciudad.
Por esto dio el mal aviso que hemos dicho, para que se perdiesen en las peñas y bajíos que hay en la entrada del puerto.
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