Prosigue la batalla de Chicaza hasta el fin de ella
Del cuartel del pueblo, que estaba hacia levante, donde el fuego y el ímpetu de los enemigos fue mayor y más furioso, salieron cuarenta o cincuenta españoles huyendo a todo correr (cosa vergonzosa y que hasta aquel punto, en toda esta jornada de la Florida, no se había visto tal). En pos de ellos salió Nuño Tovar con una espada desnuda en la mano y una cota de malla vestida, toda por abrochar, que la prisa de los enemigos no le había dado lugar a más.
Este caballero a grandes voces iba diciendo a los suyos: «Volved, soldados, volved, ¿dónde vais?
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.