Apercíbense treinta lanzas para volver a la bahía de Espíritu Santo
Entretanto que los tres capitanes descubridores fueron y vinieron con la relación de lo que cada uno de ellos había visto y descubierto, el gobernador Hernando de Soto no holgaba ni reposaba, antes, con todo cuidado y vigilancia, entre sí mismo andaba estudiando y previniendo lo que a su ejército convenía.
Viendo, pues, que el invierno se acercaba (que esto era ya por octubre), le pareció por aquel año no pasar adelante en su descubrimiento, sino invernar en aquella provincia de Apalache donde había mucho bastimento.
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