Avisan a Huáscar, el cual hace llamamiento de gente
Con la orden que se ha dicho, caminaron los de Quitu casi cuatrocientas leguas, hasta llegar cerca de cien leguas del Cozco. Algunos Incas viejos, gobernadores de las provincias por do pasaban, que habían sido capitanes y eran hombres experimentados en paz y en guerra, viendo pasar tanta gente, no sintieron bien de ello; porque les parecía que para las solemnidades de las obsequias bastaban cinco o seis mil hombres, y cuando mucho diez mil; y para la jura no era menester la gente común, que bastaban los curacas, que eran los señores de vasallos, y los gobernadores y capitanes de guerra y el Rey Atahuallpa, que era el principal, de cuyo ánimo inquieto, astuto y belicoso, no se podía esperar paz ni buena hermandad; con esta sospecha y temores enviaron avisos secretos a su Rey Huáscar Inca, suplicándole se recatase de su hermano Atahuallpa, que no les parecía bien que llevase tanta gente por delante.
Con estos recaudos despertó Huáscar Inca del sueño de la confianza y descuido en que dormía; envió a toda diligencia mensajeros a los gobernadores de las provincias de Antisuyu, Collasuyu y Contisuyu; mandóles que con la brevedad necesaria acudiesen al Cozco con toda la más gente de guerra que pudiesen levantar.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.