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Del vino y del primero que hizo vino en el Cozco, y de sus precios

El año de mil y quinientos y sesenta, viniéndome a España, pasé por una heredad de Pedro López de Cazalla, natural de Llerena, vecino del Cozco, secretario que fue del Presidente Gasca, la cual se dice Marcahuaci, nueve leguas de la ciudad, y fue a veintiuno de enero, donde hallé un capataz portugués, llamado Alfonso Váez, que sabia mucho de agricultura y era muy buen hombre.
El cual me paseó por toda la heredad, que estaba cargada de muy hermosas uvas, sin darme un gajo de ellas, que fuera gran regalo para un huésped caminante y tan amigo como yo lo era suyo y de ellas; mas no lo hizo; y viendo que yo habría notado su cortedad, me dijo que le perdonase, que su señor le había mandado que no tocase ni un grano de las uvas, porque quería hacer vino de ellas, aunque fuese pisándolas en una artesa, como se hizo (según me lo dijo después en España un condiscípulo mío, porque no había lagar ni los demás adherentes, y vio la artesa en que se pisaron), porque quería Pedro López de Cazalla ganar la joya que los Reyes Católicos y el Emperador Carlos Quinto había mandado se diese de su real hacienda al primero que en cualquiera pueblo de españoles sacase fruto nuevo de España, como trigo, cebada, vino y aceite en cierta cantidad.