Las ovejas de Castilla, que las llamamos así a diferencia de las del Perú, pues los españoles con tanta impropiedad las quisieron llamar ovejas, no asemejándoles en cosa alguna como dijimos en su lugar, no sé en qué tiempo pasaron las primeras, ni qué precio tuvieron, ni quién fue el primero que las llevó.
Las primeras que vi fue en el término del Cozco, el año de mil y quinientos y cincuenta y seis; vendíanse en junto a cuarenta pesos cada cabeza, y las escogidas a cincuenta; que son sesenta ducados.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.