El Inca, sentado en su silla de oro macizo, puesta sobre un tablón de lo mismo, enviaba a los parientes llamados Hanan Cozco, y Hurin Cozco a que en su nombre fuesen a brindar a los indios más señalados que de las otras naciones había.
Convidaban primero a los capitanes que habían sido valerosos en la guerra, que estos tales, aunque no fuesen señores de vasallos, eran por su valerosidad preferidos a los curacas; pero si el curaca, juntamente con ser señor de vasallos, había sido capitán en la guerra, le hacían honra por el un título y por el otro.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.