Redúcense dos valles, y Chincha responde con soberbia
Pasadas las fiestas, descansaron los Incas tres o cuatro años sin hacer guerra; solamente atendían a ilustrar y engrandecer con edificios y beneficios las provincias y reinos ganados.
Tras este largo tiempo que los pueblos hubieron descansado, trataron los Incas de hacer la conquista de los llanos, que por aquella parte no tenían ganado más de hasta Nanasca; y habiéndose consultado en el consejo de guerra, mandó apercibir treinta mil soldados que fuesen luego a la conquista, y quedasen apercibiéndose otros treinta mil para remudar los ejércitos de dos a dos meses, que convenía hacerlo así porque la tierra de los llanos es enferma y peligrosa para los nacidos y criados en la sierra.
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