Batalla muy sangrienta, y el ardid con que se venció
A Sacsahuana envió mensajeros el Inca Viracocha a los enemigos, con requerimientos de paz y amistad y perdón de lo pasado.
Mas los Chancas, habiendo sabido que el Inca Yáhuar Huácac se había retirado y desamparado la ciudad, aunque supieron que el príncipe su hijo estaba determinado [a] defenderla y que aquel mensaje era suyo, no lo quisieron escuchar, por parecerles (conforme a la soberbia que traían) que, habiendo huido el padre, no había por qué temer al hijo, y que la victoria era de ellos.
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