Los decuriones daban cuenta de los que nacían y morían
Volviendo a los caporales o decuriones, decimos que, demás de los dos oficios que hacían de protector y fiscal, tenían cuidado de dar cuenta a sus superiores, de grado en grado, de los que morían y nacían cada mes de ambos sexos, y por consiguiente, al fin de cada año, se la daba al Rey de los que habían muerto y nacido en aquel año y de los que habían ido a la guerra y muerto en ella.
La misma ley y orden había en la guerra, de los cabos de escuadra, alférez, capitanes y maeses de campo y el general, subiendo de grado en grado: hacían los mismos oficios de acusador y protector con sus soldados, y de aquí nacía andar tan ajustados en la mayor furia de la guerra como en la tranquilidad de la paz y en medio de la corte.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.