Only page of capítulo
89
88
Moderate

1
De cómo dentro de un templo y junto a la pileta del agua bendita puede un hombre sentirse hechizado

Don César llegó al templo de Jesús María antes de las diez, y se colocó cerca de la entrada, seguro de que todas las damas llegarían allí a tomar el agua bendita.
En efecto, a pocos momentos, Blanca entró a la iglesia. Comenzaba a tener grande amistad con sor Inés de la Cruz, porque el plan que Luisa había indicado a don Pedro de Mejía era tan sabio, que no podía menos de surtir sus efectos; sólo que Luisa no había contado con el amor de Blanca por don César.