«Mi madre, señor, era esclava de la casa de don José de Abalabide, comerciante español que tenía una de las mejores tiendas mestizas que se hallan en la plaza principal. Mi padre, esclavo también de la misma casa, había servido muchos años a don José y había muerto pocos días antes de mi nacimiento, a resultas de una caída que le dio un caballo.
»Mi padre, señor, lo mismo que mi madre, eran de sangre real. Os hago esta advertencia, porque esto viene mucho a explicar algunos acontecimientos de mi vida que sabréis más adelante.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.