De cómo salió doña Blanca de la casa de la vieja curandera
Doña Blanca se restablecía con una facilidad y una rapidez extraordinarias. En dos días se había mejorado ya de tal modo que comenzaba a andar sin dificultad, y a pesar de su palidez y de la falta de sus dientes, estaba ya otra vez hermosa.
La vieja salía algunas veces y estaba fuera varias horas; entonces doña Blanca pasaba el tiempo conversando con Teodoro, que aún no se podía mover.
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