Only page of capítulo
57
59
Moderate

7
En donde se prueba que un arzobispo podía sacar una ánima del Purgatorio pero no un acusado de la Inquisición

Por dar una muestra de simpatía a sus partidarios y por exaltar más los ánimos en el pueblo, el arzobispo se aprovechó de la noticia de Luisa. Dispuso hacer magníficas exequias al Ahuizote, probando con esto el alto aprecio en que tenía a los que habían tomado parte contra el virrey.
El entierro del Ahuizote fue verdaderamente escandaloso.