Cómo Luisa conoció que su situación era desesperada
Atada llevaron los alguaciles a Luisa, y como ciertamente no creyeron que fuese una mujer, la pusieron en la parte de la cárcel destinada a los hombres y la encerraron, por calcularla como un loco furioso, en un calabozo solitario.
Luisa no recordaba sino que había estado en una pieza oscura y que no había comido en mucho tiempo, y después nada.
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