Only page of capítulo
103
52
Moderate

1
En donde hacemos conocimiento con el inquisidor mayor don Juan Gutiérrez Flores y volvemos a ver a doña Blanca

Hemos llegado a la sala de audiencia del Tribunal de la Fe.
Era un salón como de veinte varas de largo y ocho de ancho y magníficamente adornado, rodeado de columnas del orden compuesto y con ricas colgaduras de damasco encarnado. En el centro de una de las cabeceras, un gran dosel de terciopelo carmesí con franjas y borlas de oro; debajo de él y sobre una plataforma rodeada de una barandilla de ébano negro, y a la que se subía por una gradería, la mesa de los inquisidores y sus tres sillones de terciopelo carmesí, con borlas y franjas, y recamos de oro.