Lo que pasó a dos personas que quizá haya olvidado el lector
Como dicen vulgarmente que cuidados mayores quitan menores, por seguir el hilo de nuestra historia hemos abandonado desde hace mucho tiempo a dos personas que, no por su poca representación dejan también, como dicen los modernos políticos, de haber contribuido con su «grano de arena».
Tal vez el lector no recuerde ya a Felisa, la muchacha del convento de Santa Teresa, y al sacristán su novio, a quienes abandonamos en los momentos mismos en que la ronda se cansaba en su persecución.
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