Al llegar los hombres que conducían la camilla a la esquina de la Cárcel de corte, y antes de internarse en la calle en que estaba el Palacio arzobispal, el hombre que había salvado a Méndez hizo detener la marcha, y dirigiéndose al enfermo le dijo:
-¿Adónde tenéis pensado que os lleven?
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.