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Fairly Easy

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En que se prueba que el patriotismo suele anidar en femeniles pechos

Permanecía aún doña Esperanza con la mirada fija en el corredor por donde había desaparecido Leonel, cuando se abrió sin ruido una puerta que a su espalda quedaba, y penetró en la estancia otra mujer.
Era una mujer como de cincuenta años, excesivamente pálida, pero con un pelo tan negro como el ala de un cuervo; vestía también, como doña Esperanza, un sencillo traje negro de lana, y tenía con la joven una perfecta semejanza; parecían las dos una misma mujer vista en dos edades diferentes.