De cómo volvió doña Catalina a la casa de don Pedro
El confesor no se hizo esperar, y se encerró con Mejía inmediatamente. Don Alonso tomó su sombrero y sin decir a nadie nada, se salió a la calle y se entró en la casa de doña Catalina.
-¿Qué tenemos? -dijo la vieja.
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