Vamos a encontrar la explicación del extraño rapto de doña Ana, retrocediendo solamente algunas horas.
Don Justo levantóse de dormir la siesta, a las cuatro de la tarde del día de San Hipólito; vistióse con gran cuidado y salió a la calle en busca, ante todo, del Indiano, en quien esperaba encontrar un auxiliar poderosísimo.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.