-Ese plan -decía el tío Lalo-, es completamente irrealizable: robarse a Alejandra de su casa, no conviene. Alejandra, a pesar de que como le tengo a usted dicho, no se la conoce más amor que Jorge, y ese anda ahora con la chinaca, es una muchacha muy querida y respetada de todos los mozos del pueblo, que serían capaces de armar un mitote por defenderla.
-Entonces ¿qué debemos hacer? Yo estoy fastidiado, cansado de tener esperanzas hoy, para perderlas mañana.
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