¿Para qué pintar las escenas de amor que tuvieron lugar por aquellos días entre Jorge y Alejandra? Dos amantes siempre tienen lo mismo qué decirse, sobre todo cuando sin obstáculos y llenos de fe en el porvenir, se entregan al placer de repetirse mil y mil veces que se adoran, lo cual tendrá para ellos mucho encanto, pero poquísimo atractivo para los lectores, que ya parece que los vemos sonreírse, diciendo: Eso ya me ha pasado, y no necesito que me lo cuenten.
Margarita determinó quedarse con su hija en Tacámbaro, mientras le era posible emprender un viaje a México; pero sentía una especie de celos de que otra ocupase el lugar de su hija; le parecía que si tardaba en desengañar a su marido, ya después no sería tiempo, y se acordó en familia que Jorge escribiera a don Juan participándole lo ocurrido, sin embargo de que en este medio se tuvo muy poca confianza, porque las comunicaciones con México eran difíciles y poco seguras.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.