Durante el día, el movimiento de las tropas, la afluencia de gentes que tenían necesidad de ir a sus negocios, el concurso de indiferentistas de ambos sexos que atraían a los paseos y a las plazas las músicas que con este objeto colocaban allí los conquistadores, comunicaba a la ciudad una especie de alegría ficticia, que hubiera muy bien podido tomarse por indicio de bienestar, de tranquilidad y de contento.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.