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1 JORNADA PRIMERA: TRAGEDIA DE TIERRAS DE SALNES
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JORNADA PRIMERA: TRAGEDIA DE TIERRAS DE SALNES
LA GALANA
ANXELO
MAURIÑA
DON PEDRO BOLAÑO
EL CIEGO DE GONDAR CON LA MOZA
DOÑA ISOLDINA
LA NAVORA
JUANA DE JUNO
LAS TRES HIJAS DE ROSA DE TODOS Y CINCO MOCINAS HILANDERAS
MALVIN
EL CABEZALERO Y LOS FORANEOS DEL FORAL DE ANDRAS
UNA VIEJA
LA ABUELA Y LA OFRECIDA
VALERIO EL PAJARITO CON GUZMAN DE MEIS Y LOS HIJOS DE ALONSO TOVIO
EL CIEGO DE FLAVIA
MUSQUILDA, ZAGALA DE LAS VACAS
UN RAPACIN
DIANA DE SALVORA
zaguán, galgo en la solana y palomas en el alero. Por delante cruza un
camino de aldea, y entre el camino y la casa hay un campo verde, cercado
de laureles viejos, donde pace una vaca. La solana, este día con
hilanderas que devanan en los sarillos o tienen la rueca, se alegra como
un carro de vendimias. La vieja caduca es Andrea la Navora: La del
pelo cobrizo y los ojos zarcos, Juana de Juno. Las otras tres, con los
ojos como los mirlos, menudas, cetrinas y endrinas, son del nidal de
Rosa de Todos. ¡Las otras cinco, juntas en un banco, son rapazas tan
nuevas, que aún no se sabe quién son! Estamos en tiempo otoñal, generoso
y dorado, después de vendimias y espadelas. Llegan por el camino los
pagadores de un foral, y en la cancela salmodian una abuela y su nieta,
que lleva en la mano el voto de una cabeza de cera.)
templa la zonfoña *zanfoña* bajo la anguarina portuguesa. Otra vez se
alegra el coro de las hilanderas, ramo bermejo y dorado de manzanas, con
una arrugada como las reinetas. El Ciego de Gondar canta y mueve un
viejo son en el teclado desvencijado. La moza le acompaña con el
pandero.)
tinto de mosto: Es Malvín, el hijo de la loca que guarda las cabras.
Nació en el pajar, y en refajuelo jugó por los rincones de la cocina,
rodando los calabazos de grandes vetas amarillas. Veinte años de comer
el mismo pan, la han dado la lealtad de un mastín.)
dorado por el sol, tiene la gracia de un verso rudo en un poema antiguo.
Don Pedro Bolaño, lentamente, sin ruido, como una sombra, entra en la
casa. Hay en toda su figura una tristeza medrosa, algo de fantasma y
algo de desenterrado. Las hilanderas se inclinan, hablan quedo.)