También al Brigadier Las Heras llegó el apremio de la Junta Revolucionaria de Cádiz. El glorioso milite, aun cuando gozaba de buena salud, tenía sobre el corazón la enfermedad de un pariente sacramentado en Dos Hermanas: Sus lazos de sangre no eran muy estrechos, pero compañeros desde la escuela, jamás se perdonaría no despedirle en la hora de vámonos: Sánchez Mira, Capitán retirado, llevó a las playas gaditanas el alegato del compungido Marte: La Estrella, preclara logia masónica, toda se hizo cruces:
-Pero ¿esa disculpa ha dado?
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