Only page of capítulo
42
75
Easy

12
CAPÍTULO XII

La recamarera yucateca, con sonrisa esclava melosa de soles yucatecos bajo los perifollos de camarista protestante, apareció enfriando una taza de salvia, remedio al sobresalto de Niña Condesa:
-¡No hay mejorito para serenarse! Al poqui-poqui se va tomando… Nada de apresures… Al poqui-poqui.