El ceremonial conmemorando el fausto suceso de la Rosa de Oro finó con banquete y baile de gran gala. El Señor Duque de Valencia, Presidente del Real Consejo, no pudo asistir, enfermo, según se susurró, con fiebres y punto de costado. El Ministro de la Gobernación tuvo una plática muy reservada con los reyes. Era un viejo craso y cetrino, con ojos duros de fanático africano: Ceceaba:
-Abrigo el presentimiento de un luto nacional. El Duque se halla realmente grave, y esta tarde ha tenido momentos de delirio.
Sign in to unlock this title
Sign in to continue reading, it's free! As an unregistered user you can only read a little bit.