Only page of capítulo
55
34
Moderate

12
CAPÍTULO XII

La marquesa abrió los ojos con cierta extrañeza de insomnio alucinado. Un murmullo de voces apagadas venía del tocador. Respondía la doncella. Pero ¿quién interrogaba? La marquesa se incorporó en los cojines de encaje:
-¿Eres tú, Feliche? Pasa; estoy trastornada. ¿Y tú, mi pobre niña? ¿Cómo no has entrado antes? ¡Todo el tiempo acordándome de ti!