Sala en la casa de DON JUAN MANUEL MONTENEGRO: Es de noche y apenas la esclarece un velón de aceite. Las dos criadas se disponen a cubrir la mesa con manteles que sacan de una alacena. EL CABALLERO entra huraño, y se sienta a la cabecera, en un sillón de moscovia.
EL CABALLERO.- Decid a vuestra ama que venga a ocupar su puesto.
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